Sobre mí

 ¡Hola! En primer lugar, quiero daros la bienvenida a mi rinconcito y espero que disfrutéis tanto de él como lo hago yo escribiendo los contenidos y reflexiones que pretendo transmitir.

Mi nombre es Marta Gragera Macarro, tengo 22 años y soy de un pueblo pequeño situado en Extremadura, Puebla de la Calzada, aunque actualmente vivo en Cáceres debido a los estudios que realizo.

Soy una persona bastante empática, honesta, fiel y madura, debido a que por circunstancias de la vida me he visto obligada a madurar a de golpe, sin embargo, pese a ello conservo la sonrisa. Como ya sabéis, todas las personas estamos hechas de luces y sombras, y en este caso ser una persona intensa, impulsiva, y exigente conmigo misma es algo que me juega malas pasadas y que estoy tratando de mejorar para no tener repercusiones negativas. 

De mi interés por lo social nace la idea de estudiar el grado universitario de Educación Social. Gracias a ello pretendo ser un agente de cambio para así contribuir a mejorar la sociedad y la calidad de vida de las personas, especialmente de los colectivos más vulnerables. Ayudar a las personas en todo lo que pueda y contribuir a la búsqueda de su felicidad siempre han sido dos objetivos claros en mi vida, por lo que puedo decir realmente que estoy muy orgullosa de aspirar a ser futura educadora social.

Sin embargo, mi interés por lo social no se limita a mis estudios actuales, ya que anteriormente he estudiado el ciclo de grado superior de Promoción de Igualdad de Género. Llegué por casualidad a él, descubrí mi vocación, aprendí que la igualdad y diversidad son dos aspectos muy importantes por los que luchar y encontré el impulso para adentrarme en esta carrera.

"Alas para volar" es un espacio de sororidad y libertad donde aprender y crecer, tanto personalmente como profesionalmente.

El nombre de mi blog es fruto del tatuaje de una mariposa que llevo en mi espalda. No hay nada más importante en esta vida que ser libres, aprovechar el aquí y el ahora, luchar por nuestros sueños y buscar nuestra propia felicidad, sin importar las veces que fracasemos o nos quedemos en el intento, porque si algo he aprendido en esta vida es a valorar el momento. La vida es una y no sabemos donde estaremos mañana, por tanto, adelante con lo que venga.