EMPODER(ARTE)

¡Hola corazones! Esta semana quiero hablaros desde el corazón de un tema que creo que nos afecta a muchos y muchas en cualquier momento de nuestra vida y que por desgracia tiene unas terribles consecuencias: Los cánones de belleza.

 

Fuente: Imágenes de Google

Para la sociedad actual la belleza se ha convertido en un arma de doble filo.

El siglo XXI, su tecnología y novedades han generado un concepto y canon de belleza muy diferente a cualquier otro que hubiera habido en una época anterior, un canon de belleza que escapa de la realidad y que se esconde detrás de filtros, de maquillaje utilizado con maestría, de ácido hialurónico y bisturí.

Las redes sociales tienen un gran protagonismo en este asunto ya que son donde se produce el nacimiento de complejos y obsesiones, que cada vez afectan a más personas y aparecen a una edad más temprana. Por tanto, las redes sociales son claros potenciadores de este problema.

Vivimos en una sociedad de apariencias, donde el físico debe corresponder con los altos estándares de belleza. Si tu peso o el volumen de tu cuerpo es mayor al de lo establecido como "normal", tienes complejo de gorda; si no superas la talla 90 del sujetador, tienes poco pecho; y así sucesivamente con todo nuestro físico. Por no hablar de los restos que el paso del tiempo o los cambios hormonales provocan en nuestro cuerpo (estrías, celulitis, manchas o canas), así como los complejos por rasgos marcados (piel más o menos oscura, forma de ojos, de pierna, de cintura...).Nuestro cuerpo se convierte, con el paso del tiempo, en un campo de minas: allí donde pongas la mirada hay un complejo, bien ya sea desarrollado o con una fuerte potencia.

Ser delgada, atlética, belleza y atractiva son elementos indispensables para la mujer actual. Aquellas que no cumplen con los estándares que plantea el rol de la belleza, pueden llegar a no sentirse bien consigo mismas. Surgen, entonces, los complejos. Los complejos son el resultado de una baja autoestima y de la autocrítica, la cual es consecuencia de la no aceptación propia. Los complejos se vuelven parte de la personalidad. Incluso, en la mayoría de los casos, esos complejos femeninos, pueden afectar en gran parte el carácter de la mujer.

La palabra complejo se ha convertido en el accesorio femenino desde que esta se hace mujer, en algunos casos, incluso desde la infancia.

El problema se plantea a continuación cuando la mala gestión de los complejos hace que el problema se convierta en un trastorno o patología. Cuando esto sucede, la persona sobrevalora negativamente o se obsesiona con una parte de su cuerpo, sufriendo mucha angustia por este defecto, que, además, puede ser real o imaginario.

Las consecuencias de esta obsesión y la falta de aceptación de sí misma pueden ser graves y pueden derivar en aislamiento social, ya sea por el miedo a ser observado o juzgado, por intentar esconder el defecto o simplemente por entrar en un círculo vicioso de tratamientos e intervenciones quirúrgicas.

A todo lo anterior, se une la posible aparición de trastornos de la conducta alimentaria como resultado de una baja autoestima, presión social sobre los canones de belleza y la percepción distorsionada de uno mismo.

La perfección no existe y está demostrado que la felicidad no reside en los cuerpos de Victoria's Secret. Abrazad vuestros complejos, cada persona es diferente y eso le hace especial. Sé consciente de tus complejos propios para superarlos, y sino busca ayuda profesional.

Ojalá nunca se os olvide que sois maravillosos y ojala nunca sintáis que sois inferiores a los demás.

Material complementario

Bibliografía

Quintero, A. (2017). Complejos femeninos más comunes ¿Los conoces?. Curiosite Mujer. Recuperado de https://curiositemujer.com/curiosidades/complejos-femeninos-mas-comunes-los-conoces/?utm_content=cmp-true

Reyes Rodríguez, M, L. (2022). Apariencia física: cuerpo, imagen e identidad. La noticia. Recuperado de https://lanoticia.com/vidasana/apariencia-fisica-cuerpo-imagen-e-identidad/